El arte es una forma poderosa de terapia para las personas con discapacidad intelectual por varias razones. En primer lugar, el arte es un medio para expresar sentimientos y emociones, lo que puede ser particularmente útil para aquellos que tienen dificultades para comunicarse de manera verbal. Además, el proceso de crear arte ayuda a desarrollar habilidades motoras y sensoriales, lo que puede mejorar la coordinación y el equilibrio.

El arte también fomenta la confianza y la autoestima, ya que las personas con discapacidad intelectual a menudo se sienten limitadas por sus habilidades. Al ver que son capaces de crear algo hermoso y significativo, pueden sentir una mayor sensación de valía y autoconfianza.